En los cuatro primeros meses de 2016, más de dos tercios de todos los BMW vendidos en Alemania estaban equipados con un motor diésel. Y aunque muchos conductores de diésel están dispuestos a renunciar a un sonido deportivo en vista de los costes de funcionamiento, muchos otros buscan una solución a las desventajas acústicas innatas de su motor de encendido por compresión.
Desde hace algún tiempo, los llamados Módulos de Sonido Activo, que prometen un sonido deportivo para el reequipamiento, gozan de la correspondiente gran popularidad. En AC Schnitzer, la gama existente para los modelos BMW X se amplía ahora con los correspondientes sistemas de escape tuning para las variantes diésel de las series 3 y 4. Al igual que en los SUV, los módulos de sonido también están disponibles en este caso para modelos de cuatro y seis cilindros.
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Una vez instalados los silenciadores traseros AC Schnitzer de acero inoxidable con módulo de sonido, los conductores de un BMW diésel disponen de un total de siete programas de sonido entre los que elegir. Dependiendo del estado de ánimo y de las preferencias personales, se puede elegir entre la contención estándar, los sonidos agradablemente sonoros y el sonido enfáticamente deportivo, simplemente pulsando un botón con el mando a distancia suministrado.
Sin embargo, los que consideran indispensable un sonido gutural incluso en un diesel tienen que rascarse relativamente el bolsillo: Para el módulo de sonido diésel, AC Schnitzer pide una inversión de unos 1.500 euros, más el coste del silenciador adicional de Aquisgrán.