Como parte de la actualización de modelos de 2016, el BMW 125i y el BMW 120i también se convertirán al nuevo motor B48. Ambos modelos reciben un aumento de potencia de 7 CV como parte de este cambio, del que se benefician tanto el tres puertas (F21 LCI) como el cinco puertas (F20 LCI). Así, el BMW 120i revisado de 2016 viene con 184 CV, mientras que se afirma que el nuevo BMW 125i tendrá 224 CV a partir de su producción en julio de 2016.
El motor B48 turbo de 2,0 litros y cuatro cilindros sustituye a las versiones anteriores del motor N20, de denominación interna, y no sólo ofrece algo más de potencia, sino también un menor consumo de combustible. Desde la perspectiva del Grupo BMW, el uso cada vez más extendido del motor B48 también garantiza un mayor número de unidades y las correspondientes economías de escala en la compra y la producción.
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El nuevo BMW 125i está equipado de serie con un cambio automático de ocho velocidades, mientras que el cambio manual de seis velocidades, disponible hasta ahora, se ha suprimido debido a la escasa demanda. En el futuro, quien quiera conducir un Serie 1 por encima de la media con transmisión manual tendrá que optar por el BMW M140i con su motor de seis cilindros en línea de 340 CV.
El motor de cuatro cilindros, ahora potenciado hasta los 224 CV, completa el sprint de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos, una décima de segundo más rápido que antes. Como antes, el BMW 125i sólo está disponible con la tracción trasera típica de la marca; no está disponible la tracción total xDrive que se ofrece para otras motorizaciones. A pesar de la mejora de las prestaciones, el consumo de combustible en la UE se ha reducido en más de un litro: la ficha técnica indica ahora entre 5,7 y 5,9 litros a los 100 kilómetros, dependiendo de los neumáticos. Esto corresponde a unas emisiones de CO2 de 130 a 134 gramos por kilómetro.
El BMW 120i de 184 CV sigue estando disponible con una transmisión manual de seis velocidades y una automática opcional de ocho marchas; ambas variantes aceleran hasta la autopista en 7,1 segundos. Dependiendo de los neumáticos, el consumo de combustible con la transmisión automática se sitúa entre 5,5 y 5,9 litros, mientras que la versión manual requiere entre 5,7 y 6,1 litros a los 100 kilómetros.