BMW i3 REx: una demanda por «pérdida de potencia» en EE.UU. pone en duda su seguridad

BMW se enfrenta a una demanda potencialmente costosa en Estados Unidos, centrada en el BMW i3 REx. Se acusa al coche eléctrico con extensor de autonomía de no proporcionar la potencia habitual del motor en determinadas circunstancias y provocar así situaciones peligrosas en la carretera. En concreto, se refiere al escenario de una batería casi completamente descargada con menos del cinco por ciento de capacidad restante, lo que hace necesario el funcionamiento del motor de gasolina de dos cilindros como extensor de autonomía.

 

En este caso concreto, el BMW i3 REx puede dejar de acelerar como se esperaba o, en casos extremos -por ejemplo, en una pendiente y totalmente ocupado-, puede incluso frenar porque no hay potencia suficiente para mantener la velocidad. El motor de combustión de 34 CV no impulsa directamente las ruedas traseras, sino que sólo se utiliza para cargar la batería, aumentando así la autonomía. En esta situación excepcional, el motor eléctrico encargado de la propulsión no puede extraer energía de la batería de la forma habitual, por lo que cambian las características de conducción.

 

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La demanda presentada en California cuestiona fundamentalmente la seguridad de funcionamiento del BMW i3 REx, alegando que el vehículo es inseguro y, por tanto, no debe circular por las vías públicas. Los demandantes también exigen a BMW una indemnización u otro tipo de compensación, por ejemplo la recompra de los vehículos.

 

BMW no hace comentarios sobre el caso por el momento, pero una cosa está clara: la normativa estadounidense deja prácticamente sin alternativa a la solución actual. Si el extensor de autonomía empezara a funcionar con un nivel de batería superior al cinco por ciento, el BMW i3 REx dejaría de ser certificable como vehículo de cero emisiones.

 

Fuera de EE.UU., las especificaciones son menos estrictas, por lo que el motor de combustión puede empezar a funcionar antes y cargar la batería antes. Por tanto, la potencia limitada del motor eléctrico en este raro estado de funcionamiento prácticamente no supone ningún problema. Queda por ver cuándo se quejarán los primeros clientes estadounidenses de una pérdida de potencia totalmente inesperada en los vehículos de propulsión convencional: en cuanto se vacía el depósito, incluso el V8 estadounidense más potente se queda sin aliento.