El viernes, Mercedes sorprendió a todos con una interrupción inmediata de las ventas de todos los modelos descapotables equipados con el calientacuellos AirScarf. El motivo de la interrupción involuntaria de todos los modelos descapotables radica en un litigio que Mercedes perdió contra una empresa explotadora de patentes. Después de que Daimler hubiera ganado inicialmente en varias instancias, el Tribunal Federal de Justicia falló ahora a favor de los titulares de la patente y prohibió a Mercedes seguir vendiendo todos los vehículos con Airscarf por falta de patentes válidas.
Aunque se utiliza una tecnología muy similar en el BMW Serie 4 Convertible F33 y en el BMW M4 Convertible F83, la clase media abierta de Munich no se ve afectada por el cese de ventas. BMW puede seguir recibiendo todos los componentes de la tecnología del calientacuellos en la medida habitual y también puede seguir anunciándolos y vendiéndolos.
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Al igual que el Airscarf de Mercedes, el calientacuellos de BMW proporciona una agradable corriente de aire alrededor del cuello, los hombros y la garganta. El aire caliente llega a los ocupantes directamente por debajo del reposacabezas, complementando así la climatización del habitáculo. Especialmente cuando las temperaturas son algo más bajas, se puede disfrutar del descapotable abierto sin bufanda. En el caso del BMW Serie 4 Convertible, el calientacuellos cuesta 400 euros adicionales; otros modelos de la marca muniquesa no disponen actualmente de esta tecnología.
Para Mercedes, la disputa sobre las patentes llega en un momento inoportuno, después de todo, los modelos descapotables están especialmente solicitados en estos momentos. Con el Mercedes Clase C Cabrio, el Clase S Cabrio, el SLC Roadster y el SL Roadster, cuatro modelos importantes son también totalmente nuevos o recién rediseñados, por lo que prometen buenas cifras de ventas. Queda por ver si será así en la misma medida sin la tecnología Airscarf, apreciada por los clientes de Mercedes desde 2004.